sábado, 23 de noviembre de 2013

Revueltas árabes, ¿es todo primavera?

El próximo día 4 de diciembre a las 20,00h, en el aula de cultura de Caja Extremadura de la Calle Clavellinas de Cáceres, Don Javier Fariñas, Doctor en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, Redactor jefe de la revista Mundo Negro y profesor de Escritura para los Medios de Comunicación en la Universidad San Pablo CEU de Madrid, impartirá una conferencia bajo el título "Revueltas árabes, ¿es todo primavera?". 
Durante los últimos 10 años, antes de su etapa en la Revista Mundo Negro, ha estado vinculado a los pueblos del Sur, a través de la comunicación institucional en la fundación Ayuda a la Iglesia Necesitada, donde ha tenido la oportunidad de visitar algunos países de Europa del Este, América, Oriente Próximo y Asia. 
Es además director y guionista de programas de radio y televisión, y colaborador asiduo de diversos medios de comunicación social.

La Primavera Árabe es el nombre con que la prensa internacional ha calificado a una serie de revueltas populares en los países árabes acontecidos entre 2010 y 2013.
Si bien empezó como protestas populares, en varios países el asunto creció sistemáticamente y el levantamiento civil tomó un protagonismo global.
En Túnez y en Egipto las rebeliones derrocaron a los respectivos gobiernos en pocas semanas, pero en países como Libia o Siria, el gobierno respondió violentamente y se negó a abandonar el poder, lo que llevó a la población a armarse y a comenzar guerras civiles en ambos países.
En Libia, los rebeldes insurgentes derrocaron a las fuerzas gubernamentales seis meses después del inicio de la revolución. Sin embargo, en Siria, la guerra se ha prolongado y el impacto bélico intensificado; sin avistarse un fin cercano y con registros que estiman en cientos de miles la cifra de muertos; muchos ven en la situación de Siria el lado más oscuro de la Primavera Árabe. En cambio, en los restantes países, la rebelión solo se ha visto plasmada en pequeñas protestas y manifestaciones.

Si bien empezó como protestas populares, en varios países el asunto creció sistemáticamente y el levantamiento civil tomó un protagonismo global.
En Túnez y en Egipto las rebeliones derrocaron a los respectivos gobiernos en pocas semanas, pero en países como Libia o Siria, el gobierno respondió violentamente y se negó a abandonar el poder, lo que llevó a la población a armarse y a comenzar guerras civiles en ambos países.
En Libia, los rebeldes insurgentes derrocaron a las fuerzas gubernamentales seis meses después del inicio de la revolución. Sin embargo, en Siria, la guerra se ha prolongado y el impacto bélico intensificado; sin avistarse un fin cercano y con registros que estiman en cientos de miles la cifra de muertos; muchos ven en la situación de Siria el lado más oscuro de la Primavera Árabe. En cambio, en los restantes países, la rebelión solo se ha visto plasmada en pequeñas protestas y manifestaciones.

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