Con esta Jornada, la Delegación de fe-cultura de Cáceres
inicia los Diálogos de fe-cultura, cuyo objetivo es tratar con cierto detalle y
profundidad los temas más relevantes de nuestro momento.
En esta primera edición hemos contado con Elena Postigo,
profesora de bioética, para conocer, valorar y enjuiciar las intervenciones
sobre la vida humana que la ciencia y la tecnología están llevando a cabo en
nuestros días.
Su exposición ha sido tremendamente didáctica e iluminadora
y muy valorada por los 30 participantes que se dieron cita en el Salón de actos
del colegio de Veterinaria de Cáceres el pasado 6 de abril.
En su clarificadora exposición nos recordó que la bioética se
configura como disciplina a mediados del siglo XX, como una reflexión ética sobre
las cuestiones relativas a la vida. No sólo la vida humana sino toda la vida
puesto que estamos ligados a ella. Y no sólo pensando en nuestra generación
sino en todas las futuras, que en gran manera dependen de nuestra actuación.
Así mismo resaltó como la ciencia tiene un desarrollo
exponencial en los últimos años, con los que las cuestiones a debatir no sólo disminuirán
sino que se multiplicarán en el futuro. Dejó bien claro que es maravillosa la
aportación de la ciencia y la tecnología, pero siempre que se use de una manera
‘sabia’; es decir, reflexiva, teniendo presente que el objeto y finalidad de su
acción es el hombre, cuya dignidad supera cualitativamente al resto de los
seres y no puede someterse a la lógica de las posibilidades técnicas sin más.
Avanzando en su exposición nos señaló el triángulo que sigue
toda reflexión bioética, un triángulo cuyos tres vértices, relacionados, son: 1º.
Estudio de todos los aspectos científicos del tema en cuestión (por ejemplo, la
manipulación génica); es decir, conocer a fondo la cuestión desde el punto de
vista de la ciencia y la técnica. 2º. Reflexión ética del asunto teniendo en
cuenta todos los aspectos del punto anterior. 3º. Descender otra vez a la
realidad con los principios éticos y legislativos que deben presidir su
práctica.
En una diapositiva nos mostró sintéticamente los grandes
bloques de la bioética hoy: a. Reproducción humana. b. Modificación cuerpo
humano. C. Principio y fin de la vida. Salud y sociedad. D. alimentación,
agricultura. E. Delitos y seguridad. F. ética de la investigación.
Después de esa panorámica general, se centró en uno de los
temas de estudio: el transhumanismo.
En esta cuestión nos señaló que hay una filosofía subyacente
que entronca con otras líneas ideológicas actuales como la de género. Su axioma
fundamental es que tenemos una naturaleza líquida, es decir, no fijada. Y, su
objetivo: la creación de un nuevo ser que supere al hombre. Esto se plantea en
dos fases: una de tránsito, podríamos decir hombres con modificaciones
biológicas o tecnológicas que les den potencias superiores a su naturaleza: de
percepción, memoria, conexión cerebral con máquinas… y otra de creación de un
ser nuevo que no está definido.
Después de un agradable descanso para tomar un café, tuvimos
la segunda parte en que abordó un problema concreto como es el de la maternidad
por subrogación, como un problema de nuestro momento en el que podíamos poner
en práctica los pasos mencionados anteriormente. Fue sorprendente ver la
cantidad de cuestiones graves implicadas en todo el proceso, que muchas veces
quedan ocultas en la publicidad de estas técnicas o que no se repara
suficientemente en las consecuencias que tienen, maquilladas y ocultadas por
las grandes empresas que utilizan lucrativamente estas técnicas con unos ingentes
beneficios económicos.
Concluyó esta enriquecedora jornada con numerosas
referencias a espacios web y bibliografía para profundizar en el tema.
Todos quedamos muy agradecidos a la ponente y a al Colegio
de veterinarios que mostró una calidad extraordinaria en sus instalaciones y profesionalidad
en el personal que atendió el evento. Y con ganas de continuar profundizando en
este fascinante y vital tema.
Ricardo Palancar.
Delegación fe-cultura.
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